sábado, 12 de noviembre de 2011

Martín Sebastián Rivas Fernández



Tras largo tiempo fuera (la del Plaza Mayor ya la tenía preparada desde hacía tiempo) vuelvo al ring, a la actividad y a mi blog, y qué mejor manera de hacerlo que con un futbolista que comparte nombre y primer apellido de uno de los actores del momento.Este "crack" con el que vamos a tratar hoy se llama Martín Sebastián Rivas Fernández (Montevideo, Uruguay, 17 de Febrero de 1977), conocido globalmente (¿?) como Martín Rivas, y como pueden observar en la imagen, muy poco parecido tiene con su tocayo actor.


Hablando claro y pronto, este es un jugador tipo Genilson, al que nos intentaron colar como un crack, una estrella, un todo lo que tu quieras, pero la realidad era muy distinta. Esta "joyita" debutó en 1996 con el Danubio, de su país, en el que jugó 5 partidos. Aunque parezca mentira, le bastaron 2 temporadas más para se fichado por el poderoso Inter de Milán, lo qu extrañó bastante a todo el mundo, ya que no era ni titular ni de los más destacados en el Danubio. Casualmente, mas o menos por esa época el Ínter también fichó a dos prometedoras promesas del momento y que también renaldearon lo suyo por tierras españolas: el compatriota de nuestro protagonista de hoy Fabián Carini, guardameta, y el griego de impronunciable apellido Lampros Choutos. Pues Martín jugó 1 partido esa temporada con el Ínter, y ya se le empezaba a dar bombo como "el nuevo Paolo Montero", mas o menos al estilo del actual Neymar, que no sabemos en que quedará. Al tener 21 años, los directivos de "la squadra nerazzurri" decidieron ceder al sucesor de Paolo Montero (ja, ja, ja...) al Perugia, en el que logró la titularidad con 27 partidos, eso sí, se empezó a despertar la furia de Martín, destacándose en la Serie A como uno de los jugadores mas agresivos y de los que más recurrían a las patadas y a las acciones ilegales de todo el curso. La temporada siguiente, al no hallar su sitio en el Ínter y no disputar ni un minuto en toda la temporada, los italianos se dan cuenta de que no es, ni por asomo, el nuevo Paolo Montero, que en ese año 1999 estaba en el punto mas álgido de su carrera, y se lo intentan encasquetar al primer equipo que vean, y usando el mismo estilo que Rocío Dúrcal para elegir su nombre artístico (minuto 1:45), el bueno de Massimo Moratti se fue a los chinos, que por el año 2000 ya comenzaban su invasión de territorio, compró un mapa y, cerrando los ojos, puso el dedo encima de un lugar. Y resultó que ese lugar fue Málaga, y su club, el Málaga CF, que había subido a primera tras su refundación, logrando un meritorio decimosegundo puesto en la temporada 1999/00. Rápidamente, Moratti se puso en contacto con Joaquín Peiró, que dio el visto bueno a la incorporación sin saber lo que le venía. Pues en agosto del 2000 llegó a la capital del pescaíto nuestro querido amigo. Su aclamado (sobre todo...) debut llegó en  la jornada 3, contra el Mallorca en Son Moix,  encuentro en el que Martín Rivas entró en el minuto 62 sustituyendo a nuestro queridísimo Agostinho, y encuentro que ganó el conjunto visitante por 0-1 con gol de Dely Valdés. Como guinda del pastel, la siguiente jornada saltó al campo como titular frente al Numancia en La Rosaleda, partido que ganaron los sorianos, y en el que Martín Rivas jugó 67 minutos antes de ser sustituido por Ismael Marchal. La cosa parecía ir bien, pero pronto se torcerían las cosas y el engaño daría paso a la pura realidad. Según indican las fuentes de información, se lesionó de gravedad y no se recuperó bien del todo, no volviendo a jugar hasta diciembre contra el Oviedo, donde volvió a salir desde el banquillo y donde recibió su primera tarjeta amarilla. En el siguiente partido ya la tomadura de pelo se hizo evidente: contra el Valladolid, con el Málaga a 3 puntos del descenso y Peiró deja a Txomin Larraínzar, uno de los mejores jugadores de aquel Málaga y uno de los artífices del ascenso, tanto del de 2ªB a segunda, como del de segunda a primera, en el banquillo, en beneficio de Rivas, que no para de meter la guadaña. hasta lograr ser expulsado por doble amarilla en el minuto 81. Al menos se ganó el partido, pero no fue desde luego gracias a él. Ya tan solo jugó dos partidos más: contra Osasuna (con tarjeta amarilla incluída) y la vuelta contra el mismo equipo contra el que lo expulsaron, contra el Valladolid. Al acabar la temporada, tanto Málaga como Ínter se desempolvaron de él y fue transpasado al Peñarol. Tras una temporada llena de altibajos con 11 partidos solamente, marcha al Deportivo Maldonado, en el que se mantiene hasta 2005, cuando ficha por el River Plate de Montevideo. Tampoco le va muy bien allí, así que en 2007 vuelve al Deportivo Maldonado, y una temporada después ficha por el Bella Vista, club en el que a sus 34 años sigue jugando, y allí le va la mar de bien, e incluso se ha atrevido a probar con un nuevo look: una media melena rizada y muy, muy negra, que combina con el negro espesor de sus cejas. Esperemos que le siga yendo bien, porque lo que es aquí... en fin, dejemos de darle tanta matraca que ya tiene mucha dada.

6 comentarios:

  1. Hay gente con muy buenos representantes, porque si no, yo no entiendo como estos elementos llegan a profesionales.

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  2. Vaya papada que luce el tio en la foto actual que has enlazado! Me recuerda a tope a un chaval que a veces juega al futbito conmigo y por lo que cuentas debe tener su misma calidad

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  3. Por cierto, que suerte tuvo Rocío Dúrcal (DEP) al señalar con el dedo a Dúrcal, porque anda, que si le hubiera salido esto:

    http://es.wikipedia.org/wiki/Guarrom%C3%A1n

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  4. alto garca.......ya van a tener la historia......

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  5. lo dijo sabina...son crack que no llegaron..un abrazo enorme martin.te recuerdo con mucho cariño.

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